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Bebés por siempre
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Alimentacion Complementaria

Durante los primeros 6 meses de vida la alimentación y nutrición de los bebés está totalmente cubierta, ya sea con lactancia materna exclusiva, lactancia materna mixta o solo de fórmula, razón por la que durante este tiempo bebé no requiere de ningún otro tipo de alimentos para crecer, mantenerse nutrido y en excelente estado de salud.

Pero ya alrededor de los seis meses, las necesidades de energía y nutrientes del lactante empiezan a incrementarse más allá de la que le puede aportar la leche materna, por lo que se hace necesario la introducción de una alimentación que complemente y cubra estas falencias, además a esa edad los sistemas digestivo y masticatorio ya están suficientemente desarrollados para recibir otros tipos alimentos diferentes a la leche.

 

También se debe hacer por la salud futura del bebé, ya que al retrasar su inicio pueden verse afectados gravemente su crecimiento y desarrollo cognitivo, dejándole secuelas que afectaran su calidad de vida en la niñez y edad adulta.

AC (Alimentacion complementaria)

LM (Lactancia materna)

 

CUANDO INICIAR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bebé alimentado solo con leche materna: Se recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento iniciar la AC, manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen.

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Bebé alimentado con lactancia mixta o solo fórmula: En lactantes no amamantados, la AC se puede introducir entre el cuarto y el sexto mes, pero más allá de esta recomendación es importante esperar a que el lactante presente signos de que ya está listo para comenzar.

 

 

Bebés prematuros: No hay información clara para iniciar la AC del recién nacido prematuro, por lo que las pautas actuales para los recién nacidos a término no se pueden aplicar de igual manera en dichos casos, ya que ellos suelen tener necesidades nutricionales especiales, además de que en muchos casos estos pequeños padecen enfermedades propias de su condición y que se deben tener en cuenta, algunas son problemas respiratorios, cardíacos, neuronales, gastrointestinales, metabólicos y del sistema inmunitario.

Con base en la evidencia  que al día de hoy se dispone, una edad corregida de 6 meses (26 semanas) puede ser una edad apropiada para comenzar a introducir alimentos sólidos para la mayoría de los nacidos prematuros y los alimentos se introducirían igual que se hace en un bebé nacido a término, pero como los bebés prematuros pueden tener mayor déficit de vitamina D y hierro, es importante incluir alimentos ricos en estos en cuanto sea posible y, si el pediatra lo considera conveniente, se les pueden dar suplementos de ambos.

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AC A LOS 6 MESES, NI ANTES NI DESPUÉS

 

 

Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el cuerpo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune, se considera que un bebé está preparado para la AC cuando muestra las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos, además de que ha dejado el reflejo de extrusión (que es aquel que, una vez que se le ofrece al bebé algo en la boca, ejerce movimientos regulares con su lengua tratando de empujar hacia afuera lo que se le ha introducido, bien sea un objeto o comida).

 

Como cualquier otro hito del desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir al mismo tiempo, aunque en general estos cambios suelen ocurrir en torno al sexto mes y las señales de que está listo son:

  • Presenta un interés activo por la comida sólida cuando se la presentan.

  • La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).

  • Cuando es capaz de intentar coger comida con la mano y llevarla a la boca.

  • Mantener la postura de sedestación con apoyo (estar sentado y erguido por cuenta propia).

 

Antes de 6 meses: Una introducción precoz de la AC puede conllevar riesgos en el corto y largo plazo, por lo que si no hay disponibilidad de LM antes de los 4 meses, se deberá utilizar únicamente leche de fórmula de inicio como sustituto, dar alimentos sólidos entre los 4 y 6 meses más que beneficios puede generar grandes perjuicios para la salud en.

 

A corto plazo:

 

  • Posibilidad de atragantamiento.

  • Aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio superior. 

  • Interferencia con la biodisponibilidad de hierro y zinc de la leche materna.

  • Sustitución de tomas de leche por otros alimentos menos nutritivos.

 

A largo plazo:

 

  • Más riesgo de obesidad.

  • Mayor riesgo de que sufran de eccema atópico.

  • Alto riesgo de sufrir diabetes mellitus tipo 1.

  • Aumenta en un 1000 % la tasa de destete precoz, con los riesgos añadidos que esto conlleva.

 

Después de 7 meses: En nuestro medio, es excepcional que más allá de los 6 meses de edad todavía no se hayan comenzado a ofrecer otros alimentos distintos a la leche (materna o de fórmula), aunque en ocasiones puede ocurrir en niños que toman LM y que no han mostrado aún un interés activo por la comida, pero se desaconseja demorar el inicio de la AC por encima de las 26 semanas de edad, ya que esto también puede aumentar el riesgo de problemas nutricionales cómo.

  • Carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc.

  • Aumento de alergias e intolerancias alimentarias.

  • Difícil aceptación de nuevas texturas y sabores.

  • Mayor posibilidad de alteración de las habilidades motoras orales.

 

 

ALIMENTOS Y FRECUENCIA 
 

Las pautas varían mucho entre regiones y culturas, por lo que en ese aspecto no existe una directriz fija, pero lo cierto es que no hay alimentos mejores que otros para empezar, aunque se recomienda ofrecer alimentos ricos en hierro y zinc al iniciar.

CALENDARIO DE REFERENCIA

Asimismo, se aconseja introducir los alimentos de uno en uno, con intervalos de unos 3 a 5 días, para observar la tolerancia y la aceptación, nunca debes añadirles sal, azúcar ni edulcorantes, recuerda que el bebé preferencialmente debe acostumbre a los sabores naturales de los alimentos, por eso aquí solo te ofrecemos unas pautas generales que cada familia deberá individualizar según sus gustos y necesidades.

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ALERGENOS

 

 

 

Al día de hoy, no hay evidencia de que retrasar la introducción de alimentos potencialmente alergénicos más allá de los 6 meses prevenga el desarrollo de alergia, independientemente del riesgo que presenten cada uno de ellos, al contrario, hay estudios que sugieren que la introducción precoz de algunos de estos alimentos en pequeñas cantidades pueden disminuir la aparición posterior de alergias, pero esos efectos preventivos no se observaron en estudios que introdujeron dichos alimentos antes del tercer mes, mientras aun se mantenía la LM o de fórmula.

De esta forma y a falta de más estudios que aclaren cuál es la mejor estrategia para la prevención de alergias, se recomienda seguir las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dicen que se debe mantener la lactancia materna como fuente principal de alimentos mientras se introducen de forma progresiva los alimentos sólidos alrededor del sexto mes y nunca antes del cuarto mes (solo para casos excepcionales), que se debe hacer de uno en uno y según las costumbres familiares, todo esto con el fin de diversificar la dieta del lactante y mejorar su aporte nutricional.

GLUTEN

 

 

 

Hoy en día se desconoce cuál es la mejor forma de introducir el gluten con el objetivo de disminuir la incidencia de enfermedad celíaca, hasta hace unos años se pensaba que la mejor forma de introducir el gluten era junto a la LM, entre los 4 y 6 meses, pero actualmente no hay evidencia de que esto sea así, al día de hoy están en marcha diversos estudios para poder conocer cuál es la pauta más adecuada, por lo que la recomendación actual es introducir el gluten entre los 6 y los 11 meses de edad, idealmente alrededor del sexto mes, y en pequeñas cantidades al inicio.

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FRUTAS Y VERDURAS

 

 

 

 

Se aconseja introducir progresivamente la mayor variedad de frutas y verduras disponible en tu entorno, hacerlo en cualquiera de las comidas diarias, e ir variando también la forma de presentación (triturada, aplastadas, en pequeños trozos, etc. , etc.)

 

No hay unas frutas mejores que otras para comenzar en teoría, pero algunas son más recomendadas por sus cualidades nutricionales y estas son:

  1. Plátano: La fruta contiene muchos carbohidratos y nutrientes importantes que ayudan a que el bebé se desarrolle y crezca de manera óptima, estos están repletos de vitaminas B, incluyendo la B6 y ácido fólico, que ayudan a que el organismo convierta los alimentos en energía, además de hacer crecer sus células y tejidos. 

  2. Zanahoria: Es una de las verduras que más cantidad de vitamina A contiene y esta es un nutriente esencial para la visión, además de que contribuye a estimular la síntesis endógena de colágeno, que es la proteína más abundante en el organismo humano.

  3. Pollo: Es muy saludable por ser una carne baja en calorías, en colesterol y contiene una elevada cantidad de proteínas de alto valor biológico y aminoácidos esenciales, además su carne es de un gran valor nutritivo, tiene un alto contenido en potasio, fósforo y calcio. Contiene pocas grasas saturadas y es rica en hierro.

  4. Brócoli: Su alto contenido en vitaminas, antioxidantes y minerales mejora las defensas de su sistema inmunitario, el hierro y el ácido fólico mantienen una buena producción de glóbulos rojos que ayudan a prevenir la anemia. y también sirve para mejorar el estreñimiento.

  5. Patata: Su fibra facilita el tránsito intestinal ayudando a prevenir el estreñimiento, además contienen potasio, magnesio y fósforo, todos ellos minerales muy importantes en etapas de crecimiento, el potasio para los músculos y el magnesio y el fósforo para los huesos.

  6. Judías: Son una excelente fuente de vitamina K y desempeñan un papel fundamental en la coagulación de la sangre, contienen vitamina A, que es buena para la vista, y la vitamina C ayuda a absorber el hierro de los alimentos vegetales, que es vital para los bebés y también tiene muchas proteínas que ayudan a trabajar el tracto digestivo debido a las grandes cantidades de fibra que contiene.

  7. Huevo: Alimento con alta densidad de nutrientes, bajo contenido calórico y un gran número de vitaminas y minerales, además de una proteína de un elevado valor biológico y un perfil lipídico de los más equilibrados dentro de los alimentos de origen animal, aunque el huevo posee hierro, este es no hemo, por lo que su absorción necesita de la vitamina C para optimizarse, es una opción nutritiva cuyos nutrientes son, casi todos, de fácil biodisponibilidad, pero además es fácil de masticar y digerir por los bebés.

Aunque la decisión dependerá de los gustos de la familia, se recomienda evitar durante el primer año de vida las verduras de hoja verde con alto contenido en nitratos, como la acelga, la espinaca o la borraja, por el riesgo de metahemoglobinemia, en el caso de introducirlas en la alimentación, deben representar menos del 20 % del contenido total del plato hasta los 3 años.

El gusto por los diferentes sabores (dulce, salado, ácido y amargo) se forja desde temprana edad, si acostumbramos su paladar a sentir sabores ácidos de algunas frutas, o amargos de algunas verduras, las probabilidades de que su consumo sea mayor a lo largo de la vida aumentan un 95 % más que los que no las reciben en esta edad, además, la exposición precoz a diferentes sabores disminuye en 87 % el riesgo de rechazo a probar nuevos alimentos.

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JUGOS

 

 

 

Los jugos de frutas no ofrecen ningún beneficio nutricional respecto a comer la fruta entera, pero la ingesta continua y en altas cantidades de jugos contribuye a que los niños suban de peso, y, en otros casos limita el aumento de peso adecuado, porque limita el consumo de otros alimentos que si le podrían aportar los nutrientes requeridos, además, aumentan el riesgo de sufrir caries,

 

Se recomienda el consumo de fruta entera porque además de nutrientes, aportan grandes cantidades de fibra natural que es esencial para mantener un buen funcionamiento del sistema digestivo.

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CEREALES

 

 

 

 

Los cereales (de preferencia harinas integrales) pueden introducirse en polvo disueltos en leche, añadidos a purés, en forma de arroz hervido y aplastado, pan, pasta, arepas o tortas de maíz, quínoa o avena, según la edad y el estado madurativo del lactante y las costumbres familiares, además existen otras fuentes de hidratos de carbono complejos que aportan energía, como las patatas o el boniato, si la madre se extrae leche, a esta se le podrían añadir los cereales en polvo para dar al niño en alguna de las tomas.

 

Lo que si sería un gran error es sustituir una toma de pecho por leche de fórmula con el único objetivo de darle cereales, ya que esta acción puede llevar a un destete precoz y los cereales no son alimentos de consumo obligatorio en el proceso de diversificación, especialmente si la dieta que se le da al bebé es equilibrada y rica en hierro, algo que si se puede hacer es ofrecerla con otros alimentos como las carnes, frutas, verduras o agua, si se le dan cereales en polvo u otros productos para lactantes, no deben de ser aquellos que contengan miel o azúcares añadidos entre sus ingredientes.

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PROTEÍNAS

 

 

 

 

Este grupo está constituido fundamentalmente por las carnes rojas, el pollo, el pescado, el mariscos, los huevos y las legumbres, estos se pueden ofrecer en forma de puré, cocinados, triturados o en pequeños trozos solo para bebés mayores (12 a 24 meses).

 

Es muy recomendable darle diariamente alimentos de este grupo, de forma variada, especialmente aquellos ricos en hierro como el pescado, aunque se debe limitar el consumo de pescados de gran tamaño como pez espada, cazón y el atún entre otros, porque pueden contener contaminantes como el metil mercurio, el cual afecta especialmente la salud de los niños pequeños.

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LÁCTEOS

 

 

 

 

Entre los 6 y 12 meses, la leche materna sigue siendo el alimento principal, por lo que se recomienda mantenerla a demanda, sin disminuir el número de tomas, la alimentacion con sólidos no es “sustitutiva”, sino “complementaria”, si tu bebé es mayor de 6 meses y realiza al menos 4 - 5 tomas de pecho al día, no se precisan otras fuentes de lácteos, si la madre trabaja fuera de casa, se le puede ofrecer la AC en las horas que esté fuera, y cuando regrese del trabajo continuar con el pecho a demanda.

Se puede ofrecer yogur natural o queso desde los 9 meses y leche de vaca entera a partir de los 12 meses, pero siempre debemos que tener en cuenta que la leche materna sigue siendo el lácteo de primera elección y se recomienda por encima de cualquier otra leche, siempre que madre e hijo lo deseen, sin límite de edad.

En el caso de lactantes que toman leche de fórmula, lo indicado a partir de los 6 meses de edad es la fórmula de continuación y según se vaya diversificando la dieta, disminuirá la cantidad de leche ingerida, aunque se recomienda mantener al menos dos raciones de lácteos diarios (aproximadamente 500 ml al día).

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SAL Y AZÚCAR 

 

 

 

La recomendación de la OMS de limitar la ingesta de sal a menos de 5 g/día (2 g de sodio) para adultos y niños mayores de 2 años y para los lactantes debe ser de cero, pues sus riñones aun son demasiados inmaduros, por este motivo nunca debe añadirse sal a la AC de los bebés, la leche materna tiene la cantidad necesaria y lo mismo ocurre con las fórmulas infantiles.

 

Cantidad máxima de sal recomendada es:

  • Hasta los 12 meses menos de 1 g de sal al día (menos de 0,4 g de sodio).

  • 1 a 3 años 2 g/día (0,8 g de sodio).

 

Azúcares, la OMS recomienda:

  • Limitar el consumo de productos con elevado contenido en azúcares como gaseosas jugos procesados, batidos de frutas comerciales y bebidas o postres lácteos azucarados.

  • Reducir la ingesta de azúcares en adolescentes y niños mayores de 2 años (2 -18 años) a menos del 5 % del consumo calórico total, esto representa 15 - 28 g de azúcares que son (5 - 7 cucharaditas de té) para niñas y 16 - 37 g (4 - 9 cucharaditas de té) para niños, de acuerdo con la edad.

  • Diversas sociedades científicas recomiendan evitar los azúcares añadidos en la alimentación de los lactantes y niños menores mínimo hasta los 24 meses.

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CANTIDADES

 

Ante todo se deberá seguir ofreciendo el pecho a demanda y con frecuencia, o la leche de fórmula en caso de no ser amamantado, la introducción a la alimentación complementaria es un proceso gradual, inicialmente las porciones han de ser pequeñas y se aumentan progresivamente conforme crece el niño, mientras se mantiene la lactancia materna, debemos tener en cuenta la que cantidad (peso o volumen) puede ser diferente en función de la calidad energética del alimento ofrecido.

Datos de Referencia: 

  • A los 6 meses comienza con dos o tres cucharadas de alimentos blandos y triturados cuatro veces al día. Estos alimentos le darán los nutrientes que necesita al no contar con la leche materna.

  • De los 7 a los 8 meses deberá recibir media taza de alimentos blandos cuatro veces al día, además de un refrigerio saludable.

  • De los 9 a los 12 meses deberá recibir media taza de alimentos cuatro o cinco veces al día, más dos refrigerios saludables.

 

Los cuidadores deben ofrecer comida sana, nutritiva y segura, pero el lactante es el que decide cuánta cantidad come, los alimentos complementarios deberían aportar la suficiente energía, proteína y micronutrientes de manera que, junto a la lactancia materna o artificial, cubran todas las necesidades del niño en esta etapa, al igual que ocurre durante el periodo de LM exclusiva, durante el periodo de AC es igualmente importante respetar las señales de hambre y saciedad del bebé.

La OMS recomienda que el momento de la comida no se convierta en una lucha, sino en algo que el pequeño disfrute, por lo que no debemos centrar nuestras expectativas en una cantidad concreta que debe comer, porque lo realmente importante es establecer hábitos saludables para el futuro.

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CONSISTENCIA

 

Se recomienda aumentar progresivamente la consistencia de los alimentos e ir pasando de texturas suaves a grumosas y semisólidas entre los 6 y 7 meses, nunca retrasar este paso más allá de los 8 - 9 meses, luego a los 12 meses, el niño ya puede consumir el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia, aunque teniendo especial cuidado con los sólidos con riesgo de atragantamiento, este tipo de alimentos deberán evitarse hasta por lo menos los 2 años de edad.

 

 

 

Una actitud proactiva (no inquisitiva) de parte del padre o cuidador es vital para que niños desarrollen una buena relación con la alimentación y les ayude a autorregularse (hambre - saciedad), por lo que la práctica de obligar, presionar o premiar son estrategias que distorsionan su idea de comer y pueden aumentar el riesgo de que sufran de sobrepeso, también puede crearle graves problemas que afecten su relación con la comida en la edad adulta, algo que solemos hacer los padre, pero que es muy dañino para el bebe es ofrecerle comida como consuelo emocional (darle comida luego de regañarlo, castigarlo, no dejarlo hacer algo, etc. ,etc.)

NotaOfrecer el pecho a tu bebé en momentos de estrés (vacunación, dolor, sueño, etc.) no se considera “consolar con comida” y tampoco aumenta el riesgo de obesidad, al contrario, el contacto piel con piel y la interacción con la madre, ayuda al control del dolor y baja del estrés.

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ALIMENTACIÓN CON ENFOQUE POSITIVO

 

 

La forma en que nosotros como padres ofrezcamos los alimentos a nuestros hijos, así como el clima que creemos a la hora de comer y nuestra actitud tienen una gran influencia en cómo nuestros hijos aprenderán a comer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Físico

  1. Nunca interpretar como permanente un rechazo inicial a un nuevo alimento, debemos seguir ofreciéndoselo en los días o semanas posteriores sin presionar (pueden ser necesarios hasta 15 intentos para conseguir la aceptación), recuerda que la exposición regular y gradual a los alimentos favorece su tolerancia y aceptación a corto y largo plazo.

  2. No fijar una cantidad que “tiene que comer”, porque la cantidad que comen varía de un niño a otro, se deben respetar los signos de hambre y saciedad, lo normal es que los padres decidan dónde, cuándo y qué come el niño, pero es el bebé quien decide cuánto come, recuerda que obligar o coaccionar a tu bebé para que coma, solo acentúa su insatisfacción y aumenta el riesgo de desarrolle problemas con la comida a corto y largo plazo. 

  3. Lugar tranquilo, sin distracciones (televisión, móviles), cuando sea posible, sentar al niño frente a los otros miembros de la familia para que pueda interactuar con ellos, acercar al niño a la mesa de forma segura, ya sea en el regazo o utilizando una silla apropiada.

  4. Tener un horario aproximado de comidas, con flexibilidad, puede ayudar a la anticipación y regulación del lactante, como orientación, podrían ser 4 o 5 tomas al día.

  5. Seleccionar una dieta saludable y variada, además de servirle raciones apropiadas a su edad y ritmo de crecimiento.

 

Emocional

  1. Ser paciente con el ritmo de adquisición de los nuevos logros.

  2. Ante las situaciones negativas (no come, no le gusta, se porta mal), mantener una actitud neutra, evitar enfadarse, y menos mostrar el enfado.

  3. Una conducta muy controladora o exigente de los padres impide que el niño aprenda a autorregularse

  4. Evitar distracciones (pantallas, juguetes).

  5. Disfrutar de la comida en familia, reforzando los logros, nunca utilizar los alimentos como premios o castigos, ni como consuelo o chantaje.

 

La filosofía que debe perceptiva todo el tiempo, ya que lo importante es interpretar lo que el bebé transmite a la hora de comer, para que finalmente ajustemos el método de alimentación a sus requerimientos y necesidades específicas.

Existen varios métodos de alimentación con enfoque positivo, pero en realidad ninguno es el mejor de todos, pero por ser el más novedoso actualmente, explicaremos que es y como aplicar el método baby-led weaning, (alimentación guiada por el bebé o BLW).

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BABY-LED WEANING

 

El BLW es una forma de ofrecer la AC en la que al bebé se le permite “dirigir” el proceso desde el principio, los padres deciden qué ofrecen (y es su responsabilidad ofrecer comida sana, segura y variada), pero el bebé es quien coge por sí mismo la comida que se pone a su alcance, eligiendo qué alimentos come y cuánta cantidad.

 

 

Este método surgió a raíz de las recomendaciones que propuso la OMS en el año 2002 para iniciar la AC a los 6 meses, entonces es en este momento que padres y profesionales comienzan a cuestionar el método tradicional de pures y triturados, y es aquí que empiezan a aparecer programas metodológicamente serios (BLW uno de ellos), a los cuales antes de publicados se les realizaron estudios de aplicabilidad, riesgos y beneficios en la alimentacion de los bebés en el mediano y largo plazo, los resultados fueron positivos por lo cual se empezaron a promocionar.

 

¿Cómo funciona?

  • El bebé se sienta a la mesa con la familia a la hora de las comidas.

  • Se le ofrece la misma comida (sin sal, ni azúcar) que al resto de la familia, pero cortada en trozos de consistencia blanda y apropiados a su desarrollo psicomotor (grandes al inicio, posteriormente pequeños).

  • El bebé se alimenta por sí solo desde el principio, pero al comienzo lo hace con las manos y posteriormente ya lo hará con cubiertos.

  • Al momento en que se inicia el BLW el aporte de leche (materna o artificial) continúa siendo a demanda, nunca se le deben disminuir las tomas por los alimentos que consuma durante las cenas familiares.

¿Sirve a todos los bebés?

 

El baby-led weaning se ha estudiado en niños nacidos a término, sanos y con un desarrollo psicomotor normal, tanto alimentados con pecho como con lactancia artificial y la mayoría de las familias han podido ponerlo en práctica de forma segura y eficaz.

 

En casos de niños prematuros se podrá valorar individualmente, pero siempre atendiendo a la edad corregida de 6 meses, (número de semanas desde la fecha de nacimiento y luego reste el número de semanas de prematuridad y esta es la fecha corregida de su bebé, teniendo como referencia que un embarazo a término consiste en 39 semanas de gestación).

 

No se recomienda implementarlo sin autorización médica en niños con retraso en el aumento de peso y en el crecimiento físico, porque ellos pueden presentar retrasos en el desarrollo y en la maduración de sus órganos, tampoco en bebés que presenten dificultades neurológicas o motoras.

¿Se pueden dar purés si se aplica el BLW?

 

Aunque la definición asume que es el bebé el único que coge los alimentos, sin que el adulto “le dé de comer”, muchos padres optan por un realizar una alimentacion complementaria mixta, en la que permiten que el bebé experimente por sí mismo con la comida a la vez que le ofrecen algunas papillas en medio de las comidas.

 

¿Cómo se debe ofrecer la comida en el BLW?

Al principio se debe ofrecer en palitos, así, el bebé puede agarrar la comida con su mano y comer solo lo que sobresale y a medida que su habilidad motora mejora, se pueden ofrecer comidas cortadas en pequeños trozos.

 

Y ya para finalizar el tema te contamos que existen alimentación tradicional con purés y triturados, el Baby-Led Weaning y el BLW mixto, pero hay una cuarta opción para iniciar la AC con nuestro bebé y es el método BLISS (siglas de Baby-Led Introducción to SolidS) y su principal diferencia entre el BLW es la preferencia por los alimentos ricos en hierro para prevenir las aparición de la anemia del lactante que es muy común en los bebés que inician la AC. 

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INCONVENIENTES AL INICIO DE LA AC

DEFICIENCIA DE HIERRO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una preocupación es la ingesta de hierro, por lo que se han realizado un gran número de estudios que han determinado que no se encuentran diferencias en la ingesta de hierro cuando se instruye a los padres en la importancia para la salud del bebé y en cómo deben prepararle comidas ricas en hierro, para ello deben incluirle carne cocida en tiras o picada en forma de hamburguesas, bolas o palitos, yema de huevo, tortas de lentejas o judías blancas cocidas, palitos de tofu, hummus, etc. ,etc.

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ATRAGANTAMIENTOS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las posibilidades de que un bebé o un adulto sufra un atragantamiento son reales y no se pueden prevenir al 100 %, lo mejor es educarse y asegurarse de seguir todas las normas de seguridad (prevención de atragantamientos):

  • Para comer el bebé debe estar erguido, nunca recostado. Debe estar sentado en una trona o en su defecto en el regazo de su cuidador.

  • Asegurate de crear un entorno seguro para comer y de permanecer siempre cerca de tu bebé durante las comidas.

  • No se deben ofrecer alimentos con alto riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, palomitas de maíz, uvas enteras, salchichas cortadas transversalmente, etc.

  • También hay que evitar algunos vegetales y frutas duras, como la manzana y zanahoria crudas.

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COMIDA PROCESADA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Uno de los graves problemas en la actualidad es el exceso de comida procesada que se les da a los niños, la cual les provoca carencias nutricionales afectan su desarrollo cerebral, lo que a la vez limita su aprendizaje, una alimentación de este tipo debilita el sistema inmunológico y expone a los niños al riesgo de contraer infecciones y otras enfermedades y, en casos extremos, puede ocasionarles la muerte.

El aumento de la desnutrición y el sobrepeso en infantes en edad escolar son signos evidentes de una mala alimentación desde bebés, lo que afecta su crecimiento corporal limitando su capacidad de realizar actividades propias de la infancia. 

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VARIEDAD LIMITADA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una dieta poco variada en los niños los lleva a desarrollar patologías cuyo origen está asociado directamente con carencias o déficit de nutrientes y entre estas las más comunes son:

  • Debilidad muscular: También conocida como hipotonía, esta patología se caracteriza por la poca tonicidad muscular, es decir, músculos flácidos o contraídos aunque estén en reposo, y suele ser consecuencia de una mala alimentación desde bebés, la hipotonía aparece por falta de proteínas en la dieta, específicamente las de origen animal, como leche, quesos, yogures, huevos, carnes blancas y rojas, la deficiencia de proteínas afecta grandemente el crecimiento, la formación y desarrollo de los músculos, lo que termina ocasionando bajo rendimiento físico y mental en la época escolar.

  • Anemia: Esta aparece cuando hay una deficiencia nutricional, específicamente cuando no se incluyen en la dieta de los niños alimentos que aportan hierro, mineral que transporta el oxígeno por todo el organismo y es responsable de la producción de glóbulos rojos, por ello, se debe incluir en los menús carnes rojas, semillas de calabaza, legumbres, brócoli, coles, espinacas, entre otros, lo delicado de la anemia en esta etapa de la vida es que tiene efectos irreversibles en el crecimiento y aprendizaje del niño, pues afecta el desarrollo intelectual, un niño con anemia puede presentar cansancio o falta de aire, frecuente dolor de cabeza, mareos, palpitaciones, náuseas, piel pálida y debilidad general.

  • Talla y peso bajo: La mala nutrición ocasiona daños en el cuerpo como son la falta de crecimiento y bajo peso o la obesidad, lo que a su vez trae como consecuencia la aparición de diabetes, enfermedades renales, cardiopatías, deformación de los huesos, aumento del colesterol, entre otras patologías, el bajo crecimiento y peso aparecen cuando no se incluyen en la dieta del bebé alimentos que nutren y que son fundamentales para el desarrollo integral del niño como huevos, leche, carnes rojas y blancas, pescados, frutas, verduras, legumbres, pastas y cereales, entre otros.

  • Fatiga: Una mala alimentación en los niños puede producir inapetencia, fatiga y falta de energía, lo que ocasiona desconcentración, bajo rendimiento escolar, exceso de sueño y bajo nivel de respuesta en las actividades físicas y mentales, estos síntomas aparecen cuando en la alimentación de los niños no se incluyen lácteos, cereales, carnes, verduras, frutas, huevos y no se preparan menús que estén conformados por todos los grupos alimenticios.

  • Caries: La aparición de esta afección es otro síntoma típico de mala alimentación en los niños, bien porque no estén consumiendo los nutrientes esenciales o porque estén ingiriendo exceso de azúcar o alimentos procesados, especialmente carbohidratos, las frutas como manzanas, peras, duraznos, así como los lácteos, huevos, pescados y verduras ayudan a prevenir la aparición de caries, además del hábito de un correcto cepillado por lo menos tres veces al día.

  • Infecciones en la piel: La aparición de hongos, manchas o ronchas también es otra de las consecuencias de la mala alimentación en los niños, pues su sistema inmunológico está debilitado por la falta de nutrientes, haciéndolos más susceptibles al ataque de infecciones, bien por virus o bacterias, fortalecer el sistema inmunológico es posible proporcionándoles a los niños alimentos que contengan vitaminas, especialmente la de los grupos C y D, que se encuentran en frutas cítricas, cereales integrales, frutos rojos y vegetales de hojas verdes.

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